Condiciones ambientales en la medida de longitud “in situ”

La temperatura es más o menos fácil de controlar cuando trabajamos en un laboratorio. Pues el diseño del Laboratorio conjuntamente con una serie de cuidados como control de corrientes de aire, calor emitido por los equipos/personas del laboratorio, distribución de los equipos que gestionan el control de la temperatura, … consiguen una buena estabilización.

El problema de realizar una medida de longitud con precisión, en un lugar fuera de un laboratorio de Metrología, es bastante complicado. Y la primera complicación viene dada con el no control de la temperatura. Podemos minimizar este problema teniendo en cuenta varios factores.

• Equipo con el que medimos la temperatura. Normalmente si se trata de un equipo de precisión fabricado a tal fin, este viene equipado con una sonda de temperatura interno que controla dicha temperatura. Debemos asegurarnos de que esta sonda está en correcto estado. En caso de dudas, se llevará al lugar de medición un termómetro portátil calibrado.
• Tiempo de estabilización del equipo / medio a medir. En función del tamaño y geometría de la pieza a medir deberemos esperar más o menos tiempo. Lo mismo ocurre con el equipo desplazado hasta el lugar donde se llevarán a cabo las medidas. Punto a tener en cuenta es que los equipos dentro de sus maletas de transporte no estabilizan a la velocidad adecuada debido a los materiales con que están fabricadas dichas maletas.
• Transcurso del tiempo y variación de las condiciones de medida. Debemos vigilar la variación de las condiciones ambientales a lo largo del tiempo, pues lo normal es que vayan variando. Podemos empezar a trabajar temprano, y a media mañana la temperatura ya ha podido variar unos 5-10 grados. Y debemos sumar las posibles corrientes de aire en el lugar de trabajo, radiación solar,…

Minimizar y tener en cuenta los factores anteriores conllevan a realizar una buena medida de longitud